Este relato está dedicado a la ciudad de Torrevieja (Alicante), ciudad que habité durante 16 años y que no podré olvidar.
Iré poniendo unos cuantos capítulos a la semana.
UNA CIUDAD PARA EL AMOR
Cap. 1º
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¡Tengo un asuntillo que podrías encargarte de él! ¡Si lo ejecutas como aduces, te prometo
encargarte trabajos y misiones de mayor relevancia! ¡Pero si no…! ¡Te juro que
te irás a repartir los periódicos por los kioscos!
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¡Vamos, jefe, vomite de una vez! ¡ ya le demostraré que no “galleo” en balde!
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¡Pues bien! Se sospecha que en un pueblo del sureste español, hay una
descendiente de un jeque árabe que huyó en su país en… ¡Una patera! Como si
fuera una inmigrante más. El padre no quiere que esto repercuta a nivel de
ningún medio de comunicación y pide que se averigüe su paradero con el mayor
sigilo posible. Y si la encontramos, , debemos retenerla en el mayor secreto
hasta que envíen una delegación a recogerla. Nos hemos enterado por una
filtración, pero si nosotros logramos encontrarla primero… ¡Menudo notición y
menuda exclusiva! ¡Buscaremos las causas de su huída! ¡Los tendremos cogidos por
los testículos! ¡será el resurgir de nuestro periódico hasta las cotas más
altas! Así que… ¡Ahí tienes mi oferta! ¡Encuéntrala! ¡Y… aparte de un ascenso,
tendrás una sabrosa recompensa!
Al principio,
Jorge se quedó boquiabierto, creyendo que su jefe le estaba tomando el pelo,
pero a medida que seguía la exultante narración de los hechos, intuyó que la
oferta era una verdadera realidad. ¿Y ahora qué? ¿Le decía que estaba como una “chota”?
¿Qué clase de broma estrafalaria era aquello? O mejor decir que aceptaba,
porque veía que su despido estaba patente en los ojos de su jefe.
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¡Acepto, jefe! ¡Verá cómo la encuentro!
Ahora que
iba a la altura de Albacete y quedaban poco más de doscientos quilómetros para
llegar a Torrevieja, no sabía si dar la vuelta o irse en patera para Marruecos,
al contrario que la fugitiva.¿Qué clase de pueblo sería esa Torrevieja? Seguramente un punto de turismo de poca monta. Lugar de recreo para los alicantinos y murcianos de escasos ingresos, o de los habitantes que proliferaban por la llamada Vega Baja, que hartos de limones y alcachofas, se iban a quitar sus “ronchas” en alguna playita.
Pero haciendo de tripas corazón, decidió seguir con su responsabilidad, y hacer lo posible por demostrar al “caraculo” de su jefe donde tenía él colocado los co…
Cap. 2º
El jefe le había repetido hasta la saciedad, que si la encontraba, procurara hacerle una entrevista secreta del por qué abandonó su país de tal forma, etc. A sus parientes y autoridades ya las avisarían a su tiempo.
Reemprendió la marcha hacia Torrevieja, rezaban 18 kilómetros aún en el mojón de la carretera. La autopista era nueva, y francamente buena y cómoda. Salió de la central, conduciendo su coche hacia la entrada norte de la ciudad. Pasó por delante de una urbanización llamada Ciudad Quesada, en la que observó gran afluencia de vehículos, muchos camiones dedicados a la construcción. Como su nombre indicaba, si que parecía una gran urbanización. Avistó la gran superficie de un supermercado de Carrefour con un MacDonald, que ya le indicaron como referencia de entrada a la ciudad. Su asombro crecía a medida que avanzaba, de la gran cantidad de automóviles que circulaban y entorpecían la entrada sobremanera.
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Vaya, esto parece algo diferente de lo que imaginaba-. Pensó Jorge.
Penetró en
el Hotel Madrid, donde había reservado previamente una habitación individual. Hoteles
no abundaban en Torrevieja, y de los pocos, eligió éste por no hallarse en el
centro, donde posiblemente encontraría dificultades para el aparcamiento.
Deshizo sus maletas, colocando sus pertenencias y ropas en los armarios de la
habitación. Tomó una ducha fría, el calor en la ciudad era bochornoso.
Cap. 3º
Jorge
Tuvo un nacimiento difícil, su padre murió antes de nacer y su madre, con un hermano dos años mayor que él y la abuela, emprendieron numerosos caminos a fin de conseguir el sustento. La vida después de la guerra civil no era nada fácil. La madre trabajó como enfermera, mecanógrafa, asistenta... Todo era poco para sacar adelante a la familia. Se hospedaron en casuchas, en habitaciones con derecho a cocina, y casi siempre debían dinero para poder alimentar a todos. Y es más, cuando fueron creciendo y se añadió el gasto de ropa y estudios, Jorge siempre se preguntaba cómo podían seguir hacia adelante con tan pocos recursos. Pasaron hambre y eso nunca se olvida, pero gracias “a lo que fuera”, la salud de su hermano y suya no se resintieron. La de su madre fue otro cantar, los sufrimientos de la escasez y de los ingratos trabajos, le minaron su organismo poco a poco y con cincuenta y cinco años abandonó este mundo.
Su hermano ingresó en el ejército, y él ganó una beca para estudiar filosofía y luego periodismo. Sentía odio hacia todo y todas las cosas, pero procuraba contenerse a fin de lograr lo que se proponía: dinero, poder y comer lo que se le antojara.
Con la filosofía, siempre creyó que sólo estábamos en este mundo para poder subsistir, y aquel que más pudiera sería quien mejor gozaría de los placeres existentes. Léase sexo, buena mesa, casas con todo lujo…etc. Así que emprendió una carrera hacia dicho éxito sin importar lo que se le pudiera poner por medio y a costa de quien fuere. Total, pensaba, cuando esto acabase sería el final. Sacó los cursos con relativa facilidad ya que no era torpe, y cuando acabó la carrera de periodismo, se presentó a distintas oposiciones y plazas vacantes en los distintos periódicos de la capital madrileña, donde él creía que su oportunidad de triunfar tendría mejores ocasiones.
Cap. 4º
A la mañana siguiente, Jorge se preparó para comenzar su investigación, harto difícil a fe suya, era como buscar una aguja en un pajar, sin la seguridad de que la aguja se encontrara allí.
-“En primer lugar, se dijo,-"debo conocer bien el terreno que piso”. Así que dedicó los primeros momentos a estudiar el pueblo y sus características.
Se asombró que lo que pensaba acerca de Torrevieja distaba sobremanera de la auténtica realidad. Aquel pueblo (¿pueblo?), aquella ciudad era mucho más que sus erróneas creencias. ¡Vaya con el “pueblo”! Como buen periodista que se estimase, indagó sobre lo que le rodeaba, a fin de efectuar una labor positiva en su búsqueda.
De Torrevieja no se sabe bien su origen histórico, quizás del Reinado de D. Jaime I de Aragón. Su ascendencia parece ser también italiana, nombres como Parodi, Pebagliato, Fortepiani…etc., se decantan sobre esta hipótesis. En la segunda mitad del siglo XVIII, sólo existían algunas cabañas, y según se cuenta, eran para las Torres Vigía. Una catástrofe, parece que un terremoto, cambió el rumbo de este pueblecito. En el año 1829 quedó totalmente destruido y desapareció por completo. Se rehízo de nuevo a base de tesón y fe, y logró que en el siglo XIX obtuviera el título de Ciudad, concedido por Alfonso XII. En su escudo se lee –“Blanca de sal y morena de soles”- Un clima de 18 grados de media anual convierten a esta ciudad en un deleite turístico para todos. Ya cuenta con un censo superior a cincuenta mil habitantes, pero es sólo figurativo, porque más de ochenta mil pululan en las estaciones bajas. En verano esto es una locura, cuatrocientas mil personas o más, inundan el territorio. Nos encontramos con gente muy variopinta: ingleses, alemanes, noruegos, finlandeses, rusos…incluso americanos, y por supuesto, españoles de todas las comunidades.
Veinte kilómetros de costa y cinco playas circundan la ciudad, costera por excelencia, sus calas son esplendorosas y llenas de belleza. En calma son de imagen tranquilizadora y casi espiritual, pero con el mar bravío el espectáculo es impresionante. A Jorge le hubiera gustado ser pintor en este momento en vez de periodista.
La ciudad como tal es un poco variada en construcciones, se multiplican por doquier, y posee un gran número de urbanizaciones de tono más bien moderno.
Hola Victor: muy interesante todo lo que he visto hasta ahora, incluso el pequeño dibujito de "Cipotín".
ResponderEliminarRespecto a la historia de Jorge, debo comunicarte que en el capítulo 4º hay alguna observación degna de ser comentada.
Torrevieja nació hace unos 200 y pico años. Sus primeros pobladores, se asentaron en La Mata pero por razónes geográficos, se construyó el primer puerto en Torrevieja y allí es donde siguió creciendo. El apellido es "Rebagliato".
Don Acacio rebagliato, propietario de gan parte deos terrenos del poligono casa grande, también construyó "Los Balcones"; Inma trabajó con él, como scretaria personal de dirección.
Lo que tú, llamas cabañas, en realidad los torrevejenses, siempre las han denominado "Barracas" no les gusta que se les llame cabañas. La casa de mi suegra es una deesas antiguas Barracas. Aún tiene techo de cañizo sobre la escayola.
Si quieres saber más de Torrevieja para alimentar la historia del periodista, hablamos
Un abrazo para ti y para Isable.
Tu amigo Vicente.